Aprendizaje y desarrollo infantil: sobre-estimulación vs. asombro | APRENDIZAJE | Scoop.it
Ya en el siglo IV a.c. Platón decía que “el asombro es el origen de la filosofía” y su discípulo Aristóteles añadía que “la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar, empezando por admirarse de lo que les sorprendía por extraño, así se preguntaron por el origen del Universo”. El asombro es la puerta del conocimiento, la admiración es la conciencia de no saber. Nos admiramos cuando algo nos sorprende por extraño, por inesperado. Esa capacidad de asombro está implícita en la inocencia de los niños, su capacidad de fascinación y curiosidad son el motor del impulso innato de aprender. La admiración y el asombro son elementos esenciales para descubrir el mundo que nos rodea.