Gardner plantea que no hay una única forma de aprender, que se puede ser inteligente de ocho maneras distintas: lingüistico, lógico-matemático, visoespacial, cinestésico-corporal, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista; de hecho en un salón de clases hay presentes niños con diferentes formas de aprender. No todos son buenos para las matemáticas, pero tienen un desempeño óptimo cuando hablan en público o se les facilita relacionarse con los demás. Otros son muy introvertidos, les cuesta trabajo la relación social, sin embargo son buenos para resolver problemas.
Via Gumersindo Fernández, Wilmer Ramírez